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domingo, 14 de junio de 2009
TIJUANA.- El grave desempleo de la ciudad ha provocado que miles de familias se sumen al comercio informal en los sobre ruedas vendiendo cosas usadas, pero ni así sacan para una necesidad básica como es la alimentación.
“Me llene de tierra y ni para la comida saque”, fue la expresión de Sandra Sánchez quien vende ropa usada y herramientas en un sobre ruedas ubicado frente a la Secundaria 31 en el Florido Segunda Sección.
Los sábados y domingos estos comerciantes “del desempleo” se levantan a las 4 de la mañana para llegar al sobre ruedas, instalan su puesto con tubos aluminio para hacer un cuadro e instalar una lona que amarran a los tubos. Comienzan a colocar su mercancía, ya sea herramientas, zapatos, ropa, todo de “segunda” como le llaman para obtener unos ingresos.
Sandra Sánchez desde hace siete meses llegó a este sobre ruedas, donde a veces no vende nada en un jornada de trabajo de casi 10 horas, “la gente no tiene dinero, ni a 20 pesos quieren comprar un pantalón en buen Estado, nosotros llegamos a las 6 de la mañana y nos vamos a las tres de la tarde, y hoy no saqué nada, no vendí, sólo me llene de tierra y mi mercancía también”, expreso triste y preocupada la señora Sandra, quien es madre de familia.
Desde el mercado sobre ruedas, lanza una denuncia contra el trato de las autoridades de la Aduana de Tijuana, indicó que ella consigue que le regalen la ropa usada en San Ysidro, casi siempre que va, trae tres bolsas de no más de medio kilo de ropa.
Al pasar por el semáforo fiscal en la puerta México le tocó la luz verde, sin embargo los oficiales la hicieron regresar para revisarle las bolsas, después de la revisión la trasladaron a unas oficinas en la garita la interrogaron los elementos de la Aduana, y una mujer, le advirtió de manera amenazante que si la volvían a detectarla con esa cantidad de ropa la acusarían por el delito de tráfico.
Sandra, narró, que ahí fue tratada como una delincuente, salió pidiendo a dios que las autoridades aduaneras no quisieran extorsionarla, y ella se pregunta ¿qué acaso no hay quienes cruzan camiones enteros?, yo sólo busco la manera de darle de comer a mi familia porque no hay empleos, todo está subiendo, la crisis económica golpea a los más pobres.
Los sobre ruedas se vuelven un negocio para unos cuantos, quienes obtienen el permiso del gobierno municipal y rentan los espacios. Los comerciantes del desempleo le tienen que entrar con 60 pesos por cada día que se ponen, o hasta 80 pesos que pagan al líder.
De seis de la mañana a tres de la tarde, en ocasiones si bien les va recuperan lo invertido para poderse instalar, las ganancias son mínimas, pero la preocupación por llevar dinero a la casa es mucha.
A Roberto Álvarez, quien vende en este mercado, no le quedó de otra, dijo, que agarrar sus pertenencias usadas como colchones y herramientas y salir a la calle a venderlas al quedarse sin trabajo.
Laboró por varios años en una maquiladora de la industria electrónica, y en febrero hubo recorte de personal ante la baja de producción, por lo que se quedó sin trabajo y no ha podido encontrar empleo en otra empresa.
Para Mirna Esquer, quien lleva ya 8 años, ha sido una opción para obtener ingresos ella paga 80 pesos por el local en el que vende desde mubles, hasta muletas, de uso, y manifiesta que este año ha visto como se incrementa el número de comerciantes además le han bajado las ventas ante la crisis económica.
http://www.el-mexicano.com.mx/noticias/estatal/2009/06/14/355598/los-comerciantes-del-desempleo.aspx
TIJUANA.- El grave desempleo de la ciudad ha provocado que miles de familias se sumen al comercio informal en los sobre ruedas vendiendo cosas usadas, pero ni así sacan para una necesidad básica como es la alimentación.
“Me llene de tierra y ni para la comida saque”, fue la expresión de Sandra Sánchez quien vende ropa usada y herramientas en un sobre ruedas ubicado frente a la Secundaria 31 en el Florido Segunda Sección.
Los sábados y domingos estos comerciantes “del desempleo” se levantan a las 4 de la mañana para llegar al sobre ruedas, instalan su puesto con tubos aluminio para hacer un cuadro e instalar una lona que amarran a los tubos. Comienzan a colocar su mercancía, ya sea herramientas, zapatos, ropa, todo de “segunda” como le llaman para obtener unos ingresos.
Sandra Sánchez desde hace siete meses llegó a este sobre ruedas, donde a veces no vende nada en un jornada de trabajo de casi 10 horas, “la gente no tiene dinero, ni a 20 pesos quieren comprar un pantalón en buen Estado, nosotros llegamos a las 6 de la mañana y nos vamos a las tres de la tarde, y hoy no saqué nada, no vendí, sólo me llene de tierra y mi mercancía también”, expreso triste y preocupada la señora Sandra, quien es madre de familia.
Desde el mercado sobre ruedas, lanza una denuncia contra el trato de las autoridades de la Aduana de Tijuana, indicó que ella consigue que le regalen la ropa usada en San Ysidro, casi siempre que va, trae tres bolsas de no más de medio kilo de ropa.
Al pasar por el semáforo fiscal en la puerta México le tocó la luz verde, sin embargo los oficiales la hicieron regresar para revisarle las bolsas, después de la revisión la trasladaron a unas oficinas en la garita la interrogaron los elementos de la Aduana, y una mujer, le advirtió de manera amenazante que si la volvían a detectarla con esa cantidad de ropa la acusarían por el delito de tráfico.
Sandra, narró, que ahí fue tratada como una delincuente, salió pidiendo a dios que las autoridades aduaneras no quisieran extorsionarla, y ella se pregunta ¿qué acaso no hay quienes cruzan camiones enteros?, yo sólo busco la manera de darle de comer a mi familia porque no hay empleos, todo está subiendo, la crisis económica golpea a los más pobres.
Los sobre ruedas se vuelven un negocio para unos cuantos, quienes obtienen el permiso del gobierno municipal y rentan los espacios. Los comerciantes del desempleo le tienen que entrar con 60 pesos por cada día que se ponen, o hasta 80 pesos que pagan al líder.
De seis de la mañana a tres de la tarde, en ocasiones si bien les va recuperan lo invertido para poderse instalar, las ganancias son mínimas, pero la preocupación por llevar dinero a la casa es mucha.
A Roberto Álvarez, quien vende en este mercado, no le quedó de otra, dijo, que agarrar sus pertenencias usadas como colchones y herramientas y salir a la calle a venderlas al quedarse sin trabajo.
Laboró por varios años en una maquiladora de la industria electrónica, y en febrero hubo recorte de personal ante la baja de producción, por lo que se quedó sin trabajo y no ha podido encontrar empleo en otra empresa.
Para Mirna Esquer, quien lleva ya 8 años, ha sido una opción para obtener ingresos ella paga 80 pesos por el local en el que vende desde mubles, hasta muletas, de uso, y manifiesta que este año ha visto como se incrementa el número de comerciantes además le han bajado las ventas ante la crisis económica.
http://www.el-mexicano.com.mx/noticias/estatal/2009/06/14/355598/los-comerciantes-del-desempleo.aspx
